SEMBRANDO PAZ

SEMBRANDO PAZ

El malvado sembró una mina. Y apuntaba a su temerosa víctima sintiéndose poderoso. Ésta sollozando le suplicó: hermano no aniquiles mi centro, no apagues mi destello, no detengas mi motor. ¿No sientes paz? ¿Por eso quieres dañar al mundo? Donde debes iniciar la búsqueda de paz es en tu propia alma, porque ella es un tesoro que crece desde adentro. Al poseerla no dañaras al prójimo. Dios creó al mundo con amor. ¿Por qué difundes terror y siembras guerra? Cuando puedes sembrar una flor…
Sal. 85:10 “ El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán.”



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